Rihanna estaba de concierto en Paris vestida con un body de lo más provocador, cuando decidió darle una alegría a un fan que estaba en primera fila; y no solo le dejó mirar, si no que pudo agarrar algo más que su mano.
El fan no se podía creer el hecho de que le hubiese subido a él al escenario, pero cuando Rihanna se le acercó sensualmente, le tumbó y se puso encima a bailarle como una auténtica stripper, el fan estaba que se salía de si ¡Como para no estarlo! Mientras, el público que se moría de envidia empezó a enloquecer con su baile.
Al baile, o lap dance, no le faltó de nada; parecía como si lo llevase haciendo toda la vida. El movimiento de caderas encima del fan fue mucho, pero cuando le agarró la mano y se la puso en su pecho, el fan ni siquiera conseguía reaccionar. Lo mejor, es que durante toda la escena él no había dejado de cantar a la vez que ella, como si de un dueto se tratara.