WASHINGTON (AP) — La horrible matanza en una escuela primaria de Connecticut podría haber traído un punto de inflexión en el largo debate en Estados Unidos sobre el control de armas de fuego: ahora son los propios defensores prominentes del derecho a la portación de armas quienes se pronunciaron en favor de una discusión nacional sobre restricciones que puedan prevenir nuevos hechos de violencia armada.
“Todo debe ponerse a discusión”, dijo el lunes el senador Joe Manchin, un demócrata conservador, aficionado a la caza y añejo miembro de la Asociación Nacional de Portadores de Armas (NRA por sus siglas en inglés).
Por su parte, el senador republicano Chuck Grassley propuso un debate no sólo sobre armas de fuego, sino también sobre problemas mentales.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que frenar la violencia con armas de fuego sería una prioridad para el presidente Barack Obama en su segundo mandato. El debate ha estado en la congeladora durante años.
Sin embargo, queda por ver si Obama y el Congreso pueden traducir su retórica en acciones, o si la conmoción causada por la matanza de niños en Connecticut se disipará antes de que lo hagan.
En los últimos años, la opinión pública se ha opuesto a imponer más control a la tenencia de armas de fuego, además de que la industria de las armas es una poderosa fuerza política, en especial en las elecciones primarias republicanas.
Luego de incidentes similares ocurridos durante su gobierno, Obama pidió un diálogo nacional sobre el tema, pero ese empeño quedó eclipsado por otros problemas de extrema urgencia.
Esta vez, el presidente prometió usar “todo el poder conferido a su puesto” para proteger a los niños de la nación de la violencia con armas, una insinuación de que podría emplear su arsenal político en pos de una prohibición a los fusiles de asalto.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el presidente siente cierta urgencia de atender la violencia armada tras el incidente del viernes, pero no se prevé que Obama emprenda medidas concretas antes de fin de año, dada la necesidad de resolver el problema del “precipicio fiscal” y la nominación de nuevos secretarios del gabinete.
Algunas personalidades han exhortado a Obama y a los legisladores a actuar con premura, mientras aún es tangible el dolor y el impacto del tiroteo en Newtown.
“Se requiere acción nacional inmediata”, dijo el alcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg. “Esto necesita ser la prioridad en su agenda”.
Veinte niños y seis adultos murieron el viernes a manos de un joven armado con un rifle de tipo militar y otras armas en la escuela primaria Sandy Hook, de Newtown, Connecticut.
Mark Warner, uno de los pocos demócratas que son apoyados por grupos promotores del derecho a la portación de armas, dio marcha atrás a su postura sobre los fusiles de asalto.
“El estatus quo ya no es aceptable”, dijo.
Desde el incidente, la NRA ha guardado silencio. No ha respondido las solicitudes de The Associated Press en busca de declaraciones y sus funcionarios rechazan peticiones de entrevista, alegando que requieren más detalles. Su grupo en Facebook, que tiene 1,7 millones de miembros, desapareció. Su cuenta de Twitter no ha enviado un solo tuit desde el tiroteo del viernes.
La opinión pública estadounidense ha estado dividida sobre las leyes para armas, y no hay indicios preliminares de que el tiroteo de Newtown cambie el parecer de muchos. Una encuesta de Washington Post/ABC News efectuada el fin de semana mostró que 54% está en favor de leyes más estrictas. En una encuesta similar realizada previamente este año, el porcentaje era de 51%.
___
Los periodistas de The Associated Press Jim Abrams y Philip Elliott, y la directora de encuestas de AP Jennifer Agiesta, en Washington, y la redactora de AP Helen O’Neill en Newtown, Connecticut, contribuyeron para este despacho.
___
Julie Pace está en Twitter como: http://twitter.com/jpaceDC
Associated Press
Copyright 2012 The Associated Press. All rights reserved. This material may not be published, broadcast, rewritten or redistributed.
