Brasil, el equipo más laureado de la historia, conquistó en su templo Maracaná al ritmo de un nuevo líder, Neymar, su cuarta Copa Confederaciones cerrando el ciclo glorioso de la selección española, que mantuvo la grandeza pese a la derrota.
El partido soñado por todos los protagonistas. El duelo más esperado entre la selección más laureada de la historia, la pentacampeona Brasil, contra la que marcaba el pulso del fútbol mundial. Una España que inició hace cinco años su época dorada enarbolando la bandera del juego bonito. Y en el mítico Maracaná. Un templo del fútbol que fue una olla a presión.
La Copa Confederaciones cerró su novena edición ganando enjundia con la mayor fiesta del fútbol posible. Era la gran reválida de la Roja. Imponer su estilo en un triunfo que sería legendario. La victoria y el título que le faltaba. Quiso heredar el testigo e Uruguay para un nuevo ‘Maracanazo’, pero se topó con un rival majestuoso.