El espectáculo de la trigésima entrega de los premios MTV Video Music Awards, desde el Barclays Center de Brooklyn, NY., como estaba pactado empezó con un closeup de Lady Gaga cantando, con un atuendo estilo monja especial o cubista, con una suerte de vestido blanco que destacaba su rostro, para luego lucir su vestido negro con un saco azul mientras seguía la coreografía de su sencillo de estreno Applause.
Y cerró, como estaba previsto, con Roar de Katy Perry, ataviada como pugilista y autoproclamándose como la indiscutible campeona de los pesos pesados del pop desde el Puente de Brooklyn donde instaló un cuadrilátero para despedir los premios realizados esta noche.
Sin embargo, la publicitada pelea Lady Gaga vs. Katy Perry no fue lo más sobresaliente de los premios dedicados casi en exclusiva al pop, sino los tres premios que se llevó el protagonista de la noche, Justin Timberlake: el Michael Jackson Video Vanguard Award a la excelencia musical; el Best Editing por el tema “Mirrors” y Best Direction por “Suit & Tie”.