Residentes del Valle de San Fernando, Palmdale y Santa Clarita siguen luchando para que el Tren Bala no se construya sobre la superficie, alegando que sería una “injusticia ambiental” en sus comunidades.
El proyecto del Tren Bala, que viajaría de Los Ángeles a San Francisco en menos de tres horas (incluso cinco veces menos que en auto), plantea una ruta que correría paralela a la autopista 14, a través de las montañas de Palmdale y San Fernando. El ambicioso plan, concebido desde hace 35 años, costaría 68 mil millones de dólares.
Lo que incomoda a los dueños de viviendas y funcionarios en esa región es que el trayecto propuesto incluye tramos sobre la superficie y otros subterráneos, lo que implicaría “dividir” vecindarios y zonas comerciales, incluso derribaría la actual oficina central de la Policía de la ciudad de San Fernando.
El alcalde de esa municipalidad, Joel Fajardo, dijo a la prensa que si el Tren Bala corre a ras de suelo podría revertir el progreso que su pequeña comunidad de clase trabajadora ha logrado en los últimos años, porque la dividiría en dos partes con una pared anti-ruido de veinte pies de altura.
Esto es lo que dijo Fajardo:
Nuestras peticiones de justicia social, económica y ambiental han sido ignoradas. La Ciudad podría declararse en bancarrota.
A la protesta se han sumado vecinos de Pacoima, un barrio en el noreste del Valle de San Fernando. Para ellos, lo mejor sería que el tren corriera por debajo de la tierra, lo cual incrementaría su costo. En tanto, funcionarios estatales no han dejado de presionar para que este proyecto se acelere. (La Opinion)
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