Rihanna con un micrófono es una bomba sexual y si a eso se le suma una noche de copas se convierte en ¡un desastre!, tal y como se pudo constatar el pasado sábado cuando terminó la fiesta en un karaoke desgañitándose la garganta al ritmo de Don’t Speak, original de No Doubt, y Sex On Fire, de Kings Of Leon.
En las imágenes, Rihanna aparece ataviada con una gorra de beisbol y, abrazada a una amiga, para ofrecer “lo mejor sí misma” al micrófono… Y no hace falta asistir al Conservatorio de Música para detectar la falta de afinación en su voz.
Según declaró un testigo en el cantabar al diario Mirror, la sensual artista “ordenó algunas bebidas y unas papas fritas y luego subió al escenario”, además “se le veía disfrutar y pasarla muy bien”.
Los esfuerzos de sus guardaespaldas para que nadie grabara la actuación, en la que Rihanna desafinaba notablemente, fueron inútiles, ya que uno de los asistentes la grabó y compartió el video en YouTube.
