Los Spurs sacudieron a los campeones del Heat con una ofensiva que lideraron sus jugadores con menos blasones en el equipo para tomar la delantera de 2-1 en la final de la NBA tras la victoria de ayer 113-77.
El reserva Gary Neal y el delantero Danny Green tuvieron una explosión de triples que mató en la segunda mitad cualquier esperanza de Miami de tomar la victoria en duela ajena.
Cuando restaban diez minutos al cuarto final, los Spurs ya habían edificado una delantera de 25 unidades, Neal llevaba la batuta al ataque con 24 unidades, de las cuales 18 llegaron de seis tiros de tres puntos, y Green complementaba con 21 puntos, de los cuales 15 fueron gracias a cinco triples de los siete con los que concluyó; al final Neal y Green terminaron con 24 y 27 puntos, respectivamente.
El campeón no tuvo respuesta. Se había ido al descanso seis puntos abajo, pero al arranque del último periodo esa desventaja rozaba los 25 puntos, mientras su gran estrella, LeBron James, era contenida por la defensiva.
Los Spurs no necesitaron del brillo de sus estrellas Tony Parker y Manu Ginóbili, con las soberbias demostraciones de triples de Green y Neal. La venganza de la derrota que sufrieron en el segundo partido 103-84 fue cobrada con rudeza. Cuando faltaban cinco minutos en el reloj, la diferencia era de 31 puntos, una losa que los campeones del Este no se podrían quitar mientras Dwyane Wade perdía importancia en la duela y Chris Bosh era superado por el cuadro alto de los Spurs en sus intentos por recuperar rebotes.
El Heat retiró a sus astros cuando faltaba menos de medio periodo para el final. James se fue con un doble-doble, tras anotar 15 puntos y recuperar 11 rebotes, que no sabía a nada después de que a lo largo de la primera mitad fue contenido y apenas le permitieron encestar cuatro unidades.
Wade y Bosh contaron en sus estadísticas las mismas desilusiones al concluir con 16 y 12 puntos, respectivamente. Bosh recuperó diez rebotes, pero fue ampliamente superado bajo el aro por Duncan, quien a sus 35 años recuperó 14 rebotes en tres cuartos y medio y concluyó con 12 unidades.
El francés Tony Parker no necesitó de cargar con los Spurs a hombros, como hizo en el primer duelo que ganaron en Miami, y dio amplitud al juego de media duela rotando el balón y dando facilidades a Neal y Green para que abrieran fuego desde el perímetro; la importancia del galo en la construcción de jugadas queda apenas reflejada con sus ocho asistencias, muchas de ellas las manos de sus compañeros que mataron a base de triples los sueños de triunfo del monarca.