Tim Duncan (21) y Tony Parker (9) de los Spurs de San Antonio salen de la cancha tras perder en el séptimo partido de la final de la NBA frente al Heat de Miami, el viernes 21 de junio de 2013 en la madrugada, en Miami. (Foto AP/Steve Mitchell, Pool)
MIAMI (AP) — Tim Duncan y el argentino Manu Ginóbili salieron fatigados y cabizbajos de la cancha, dejando ver las calvas incipientes que se les han formado luego de una década de partidos como el del jueves.
Los orgullosos Spurs de San Antonio dieron todo lo que tenían en el séptimo juego de la serie final. Y cuando su valiente lucha fue inútil, no pudieron evitar el recuerdo del título que dejaron escapar dos noches antes.
LeBron James anotó 37 puntos y los Spurs no tuvieron éxito en el último duelo al perder el jueves 95-88 contra el campeón Heat de Miami.
“Llegar a este punto con este equipo, al que cada año se descalifica, es un gran logro”, dijo Duncan con voz temblorosa, algo raro en un jugador que se ha distinguido por ser reservado. “Será duro sobreponerse. Llegamos al séptimo juego, estuvimos arriba por uno en el sexto partido y tuvimos dos oportunidades de ganar el campeonato de la NBA”.
Duncan anotó 24 puntos, bajó 12 rebotes y robó cuatro balones, mientras que Ginóbili logró 18 unidades y dio cinco asistencias. Sin embargo, Tony Parker apenas sumó 10 puntos y sólo acertó tres tiros de campo de 12 que intentó.
Al final, los Spurs se lamentaron de haber dejado escapar el sexto juego, lo que les costó no obtener un quinto campeonato bajo la dirección de Gregg Popovich.
“Es muy duro estar tan cerca del campeonato y ver cómo se desvanece la oportunidad de levantar el trofeo”, dijo Ginóbili.
Los Spurs estuvieron en la pelea a lo largo de todo el encuentro, y estaban abajo 90-88 con dos minutos por jugarse tras un triple de Kawhi Leonard. No obstante, Duncan falló dos tiros fáciles que hubieran empatado el marcador y entregó un balón en los minutos finales, lo que permitió a James hacerse del campeonato que estaba a merced de quien lo tomara una vez que los Spurs lo dejaron escapar.
“El recuerdo del séptimo juego va perseguirme por siempre”, dijo Duncan.
El final fue decepcionante para los Spurs, que se quedaron a 21 segundos de ganar su quinto título en el sexto juego. James anotó un triple y Ray Allen acertó otro para empatar el marcador y forzar el tiempo extra, en el que Miami superó a San Antonio para obligar al séptimo y definitivo juego.
“Hay una línea muy delgada entre celebrar y pasar un verano excelente, y sentirse terriblemente decepcionado”, manifestó Ginóbili.
Una vez más, los Spurs escucharán que su dominio se ha terminado, pero en esta ocasión será más difícil refutar esas críticas.
Duncan tiene 37 años, aunque tuvo una actuación tan destacada que le valió ser titular en el equipo ideal de la NBA, además de que brilló en las finales. Tony Parker cumplió 31 y está en la cima de su carrera luego de lograr una de sus mejores temporadas, pero Ginóbili está por cumplir 36 años el mes entrante y se convertirá en agente libre, lo que tal vez signifique el fin del núcleo que puso a San Antonio en el mapa de la NBA y la mantuvo ahí por 10 años.
“No podría querer más a nuestros muchachos”, declaró Popovich. “Lo que lograron este año fue algo que nadie esperaba. Mostraron mucha fortaleza mental y un gran desempeño, lo que les permitió llegar a donde llegaron. No puedo sentirme más orgulloso de eso”.
Los Spurs dieron su mejor esfuerzo, pero al final James se impuso y la profecía se cumplió.
Hace seis años, en 2007, cuando los Spurs barrieron a James y a sus Cavaliers de Cleveland para lograr el cuarto título de la franquicia, Duncan habló con el joven superestrella y le dijo que algún día la liga sería suya.
James tiene ahora cuatro títulos de Jugador Más Valioso, dos oros olímpicos y campeonatos consecutivos en su haber. Duncan ha acertado muchas veces a lo largo de su carrera. Esta vez, fue a costa suya.